Somos una Comunidad de Familias que ELEGIMOS cuidar la infancia. Decidimos ESPERAR al menos hasta los 14 años para dar un smartphone a nuestros Hijos y hasta los 16 para el acceso a redes sociales.
Las 4 claves que impulsamos desde Manos Libres:
En Manos Libres creemos que es posible ofrecerles a chicos y chicas una infancia más libre, más segura y más conectada con lo real.
Inspirados en el trabajo del psicólogo Jonathan Haidt quien es autor del libro La Generación Ansiosa proponemos un cambio cultural simple, pero profundo: recuperar el tiempo de ser niños, sin apuros por crecer en el mundo digital.
Estas son las 4 claves que guían nuestro movimiento:
Hasta al menos los 14 años.
No hay apuro: cada año sin pantalla propia es un año ganado para el juego, la imaginación, el cuerpo en movimiento.
Hasta al menos los 16 años.
No es prohibir, es acompañar. Porque el mundo virtual también necesita madurez emocional.
El aula es un espacio de encuentro, atención y aprendizaje. La presencia real es clave para el desarrollo emocional, social y cognitivo.
Chicos que trepan, corren, se aburren y se reinventan.
Recuperar la calle, la plaza, el tiempo sin pantallas ni agendas apretadas.
Porque jugar de verdad es parte de crecer bien.
Porque los smartphones y las redes sociales no fueron diseñadas para adolescentes, y mucho menos para niños. Primero, ayudarlos a construir identidad en el mundo real.
La infancia es un tiempo breve y único. Es el momento de aprender a vivir al ritmo de la vida real, de mirar a los ojos, de disfrutar las pausas. No hay por qué apurar etapas: tendrán toda la vida para estar conectados. Porque una vez que el mundo digital se abre, ya no se cierra.
Esperar es darles la oportunidad de vivir plenamente esta etapa irrepetible y necesaria antes de pasar a la siguiente. Lo vemos una y otra vez: cuando el acceso a las pantallas llega demasiado pronto, aparecen frases como “no sé qué hacer” o “me aburro”. De pronto, todo lo que no sea un dispositivo parece perder valor. El juego libre, la imaginación y la curiosidad se apagan, como si nada pudiera competir con ese estímulo constante.
Por eso, esperar no es solo postergar un dispositivo: es
proteger su conexión con el mundo real.
Dejanos tu email para conectar con este movimiento y ser parte de un poderoso cambio.